En un artículo reciente publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, se destaca la importancia del estado de vitamina D materna en el primer trimestre para el crecimiento fetal y la prevención del parto prematuro.

Pocos estudios han investigado cómo los niveles de vitamina D en la madre influyen en el crecimiento fetal a lo largo del embarazo. Además, aún no se han definido los momentos clave durante la gestación en los que el estado de vitamina D es más determinante para un crecimiento fetal adecuado y para evitar complicaciones en el embarazo.

Este estudio tuvo como propósito analizar si los niveles de vitamina D en las primeras etapas del embarazo (primer y segundo trimestre) se asocian con los patrones de crecimiento fetal y los resultados del embarazo.

Se realizó un análisis secundario utilizando datos de una cohorte prospectiva que incluyó mujeres nulíparas embarazadas en los Estados Unidos. Los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D (25(OH)D) se midieron en 351 participantes entre las semanas 6-13 y 16-21 de gestación. El crecimiento fetal se evaluó mediante ultrasonido en las semanas 16-21 y 22-29, y se tomaron medidas antropométricas neonatales al nacer. Se construyeron curvas de crecimiento fetal con puntuaciones Z para longitud, peso y circunferencia cefálica. Asimismo, se calculó el riesgo de parto prematuro (<37 semanas) y de restricción de crecimiento intrauterino. Los resultados se evaluaron utilizando concentraciones continuas de 25(OH)D, puntos de corte del Instituto de Medicina (<50 vs. ≥50 nmol/L) y puntos de corte exploratorios (<40, 40–59.9, 60–79.9, ≥80 nmol/L).

Se encontró insuficiencia de vitamina D (25(OH)D <50 nmol/L) en el 20% de las participantes durante el primer trimestre. Un aumento de 10 nmol/L en los niveles de 25(OH)D durante el primer trimestre se asoció con un incremento en la puntuación Z de longitud para la edad (0.05; IC 95%: 0.01, 0.10), aunque no se observó asociación con el peso o la circunferencia cefálica. Las participantes con niveles de 25(OH)D <40 nmol/L en el primer trimestre presentaron 4.35 mayor riesgo de parto prematuro (IC 95%: 1.14, 16.55) en comparación con aquellas con niveles ≥80 nmol/L. En el segundo trimestre, los niveles de 25(OH)D no se relacionaron con patrones de crecimiento fetal ni con resultados adversos en el embarazo.

Los niveles de vitamina D durante el primer trimestre del embarazo están positivamente asociados con el crecimiento lineal fetal. Un nivel bajo de vitamina D (<40 nmol/L) en esta etapa se asocia con mayor riesgo de parto prematuro. No se encontró una relación entre los niveles de vitamina D del segundo trimestre y los patrones de crecimiento fetal o los resultados del embarazo.

Fuente:

Beck C, et al. Maternal vitamin D status, fetal growth patterns, and adverse pregnancy outcomes in a multisite prospective pregnancy cohort. The American Journal of Clinical Nutrition 121 (2025) 376–384.