Una cohorte francesa publicada en JAMA Network Open que muestra una reducción del 25% en la mortalidad por todas las causas y del 74% en muerte por COVID-19 grave en personas vacunadas con ARNm frente a no vacunadas.

Se incluyeron a todos los residentes en Francia de 18 a 59 años vivos al 1 de noviembre de 2021 (28.7 millones). La exposición se definió como haber recibido una primera dosis de vacuna COVID-19 de ARNm entre mayo y octubre de 2021, comparados con individuos no vacunados a 1 de noviembre de 2021, a quienes se les asignó una fecha índice aleatoria basada en el calendario de vacunación de los expuestos. A partir de los registros del French National Health Data System, se evaluó la mortalidad por todas las causas a 4 años mediante modelos de Cox ponderados por características sociodemográficas y comorbilidades, iniciando el seguimiento 6 meses después de la fecha índice para minimizar sesgos de tiempo inmortal. El análisis se complementó con la evaluación de causas específicas de muerte hasta diciembre de 2023 y un estudio independiente de series de casos autocontroladas para el riesgo de mortalidad dentro de los primeros 6 meses postvacunación.

Se incluyeron 22 767 546 personas vacunadas y 5 932 443 no vacunadas, con una mediana de seguimiento de 45 meses. Los vacunados eran ligeramente mayores (38 vs 37.1 años), con mayor proporción de mujeres y más comorbilidades cardiometabólicas, diferencias que se atenuaron tras el ponderado. Durante el seguimiento ocurrieron 98 429 muertes (0.4%) en el grupo vacunado y 32 662 (0.6%) en el grupo no vacunado. La vacunación con ARNm se asoció con una reducción del 74% en el riesgo de muerte por COVID-19 grave (HR 0.26; IC95% 0.22-0.30) y con una reducción del 25% en la mortalidad por todas las causas (HR 0.75; IC95% 0.75-0.76), asociación que se mantuvo incluso al excluir las muertes directamente atribuibles a COVID-19.

En los análisis de sensibilidad, el menor riesgo de muerte entre los vacunados se observó de forma consistente en la mayoría de las categorías de causa de muerte, sin señal de incremento en desenlaces específicos como eventos cardiovasculares, cáncer u otras causas no relacionadas con COVID-19. Además, en el análisis de corto plazo mediante series de casos autocontroladas, la incidencia relativa de mortalidad dentro de los primeros 6 meses tras la vacunación fue 29% menor (incidencia relativa 0.71; IC95% 0.69-0.73), lo que refuerza la ausencia de un aumento de riesgo inmediato asociado a la vacunación.

Los autores reconocen las limitaciones inherentes a los estudios observacionales, incluyendo posible confusión residual y sesgo de “vacunado sano”, aunque intentan mitigarlos con ponderación extensa por comorbilidades y análisis estratificados. No obstante, el tamaño muestral, la naturaleza nacional del registro y la consistencia de los hallazgos en múltiples análisis sugieren que, en adultos de 18 a 59 años, la vacunación con ARNm contra COVID-19 no se asocia con un incremento de la mortalidad a 4 años y, por el contrario, se vincula con una reducción significativa de la mortalidad por todas las causas y por COVID-19 grave, aportando evidencia robusta a favor de la seguridad a largo plazo de estas vacunas.

Fuente:
1. Semenzato LLe Vu SBotton J, et al. COVID-19 mRNA Vaccination and 4-Year All-Cause Mortality Among Adults Aged 18 to 59 Years in France. JAMA Netw Open. 2025;8(12):e2546822.