La nueva guía 2025 de la ADA sobre MASLD en personas con diabetes tipo 2 introduce un enfoque más preciso para la detección y manejo de esta enfermedad.

El reciente consenso publicado por la American Diabetes Association (ADA) marca un cambio de paradigma en la atención de personas con diabetes tipo 2 al establecer que la enfermedad hepática asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés) debe ser reconocida, tamizada y tratada activamente como parte integral del manejo metabólico. Esta condición, anteriormente conocida como enfermedad por hígado graso no alcohólico (NAFLD), afecta a aproximadamente dos de cada tres personas con DM2, incrementando el riesgo de MASH, cirrosis, carcinoma hepatocelular y mortalidad hepática.

Entre las principales novedades de la guía 2025 se destaca la implementación de un algoritmo para estratificación de riesgo basado en el puntaje FIB-4 seguido de elastografía en pacientes seleccionados, con lo cual se promueve un abordaje práctico y escalonado para la detección temprana de fibrosis hepática. Además, se enfatiza el cambio en la nomenclatura hacia MASLD y MASH, que busca reflejar con mayor precisión el origen metabólico de la enfermedad y mejorar la comprensión clínica del riesgo hepático en pacientes con obesidad, dislipidemia y resistencia a la insulina.

Por primera vez, se menciona la aprobación de un tratamiento farmacológico dirigido: resmetirom, un agonista del receptor de hormona tiroidea β que ha demostrado reducir significativamente la grasa hepática y mejorar parámetros de inflamación y fibrosis. Este hito terapéutico representa un avance concreto en una enfermedad hasta ahora sin opciones farmacológicas aprobadas. Ningún antidiabético tiene aprobación para MASLD, pero se recomienda priorizar: semaglutida, liraglutida, tirzepatida y pioglitazona.

El informe también hace un llamado a considerar el tamizaje y el seguimiento hepático como parte del estándar de cuidado en personas con DM2 o prediabetes, sobre todo en presencia de obesidad. Se recomienda un enfoque multidisciplinario e individualizado, así como una evaluación crítica del consumo de alcohol, que puede exacerbar la progresión hepática.

Este consenso sienta las bases para que el hígado sea incorporado de forma sistemática en la atención de la diabetes tipo 2, con el objetivo de prevenir complicaciones avanzadas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Fuente:
Cusi K, Abdelmalek MF, Apovian CM, et al. Metabolic Dysfunction–Associated Steatotic Liver Disease (MASLD) in People With Diabetes: The Need for Screening and Early Intervention. Diabetes Care. 2025 May 28. doi:10.2337/dci24-0094.