Publicado recientemente en Circulation, la American Heart Association advierte que la exposición a la luz nocturna altera el ritmo circadiano y se asocia con mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 e hipertensión.

La exposición a luz artificial durante la noche altera la secreción de melatonina y la sincronización del reloj biológico, generando un desajuste entre los ritmos internos y el entorno. Este desequilibrio circadiano se traduce en cambios metabólicos y cardiovasculares que favorecen el desarrollo de obesidad, resistencia a la insulina e hipertensión arterial.

El statement de la American Heart Association destaca que la luz nocturna y el trabajo por turnos se asocian con un aumento de hasta 34% en el riesgo de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, además de un incremento en la mortalidad asociada a enfermedad coronaria. Estos hallazgos refuerzan la importancia de considerar el tiempo biológico como un determinante de salud, al mismo nivel que la dieta, el sueño y la actividad física.

Entre las estrategias recomendadas se incluyen la exposición a luz brillante durante la mañana, la reducción de dispositivos luminosos por la noche y la regularidad en los horarios de sueño, alimentación y ejercicio. Estas medidas forman parte de la llamada medicina circadiana, cuyo objetivo es restaurar la alineación entre el reloj interno y los sincronizadores externos para optimizar la salud cardiometabólica.

Promover una adecuada higiene de sueño representa una nueva oportunidad preventiva para reducir la carga global de enfermedad cardiovascular y mejorar la salud metabólica de la población.

Fuente:

Knutson K, et al. Role of Circadian Health in Cardiometabolic Health and Disease Risk: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation. 2025;152:e00–e00.