La duración de la diabetes influye significativamente en el riesgo cardiovascular, demostrando la necesidad de ajustar las metas de control de lípidos y fortalecer las estrategias preventivas en pacientes con mayor tiempo de evolución de la enfermedad.

Este estudio longitudinal poblacional analizó la relación entre la duración de la diabetes tipo 2, los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) en una cohorte de más de 2.3 millones de personas. Tradicionalmente, la diabetes mellitus (DM) se ha incluido en los modelos de predicción de riesgo cardiovascular como un factor dicotómico, considerando únicamente la presencia o ausencia de la enfermedad, sin tener en cuenta la duración de la misma. Sin embargo, este enfoque es insuficiente, ya que el riesgo de ECV varía considerablemente según el tiempo que los pacientes llevan viviendo con la diabetes.

Los resultados del estudio muestran que el riesgo de infarto agudo al miocardio (IAM) y de evento vascular cerebral (EVC) aumenta conforme se prolonga la duración de la diabetes. Además, se observó que los niveles de colesterol LDL que disparan el riesgo cardiovascular varían según el tiempo que el paciente ha tenido diabetes. En pacientes con DM recién diagnosticada, el riesgo de IAM o EVC aumenta cuando los niveles de LDL-C son iguales o superiores a 160 mg/dL. Para aquellos con cinco años de diabetes, este riesgo se eleva a partir de niveles de LDL-C de 130 mg/dL.

A medida que aumenta la duración de la enfermedad, la sensibilidad al LDL-C es aún mayor. En pacientes con diabetes de entre 5 y 9 años, se detectó un incremento significativo del riesgo de IAM con niveles de LDL-C a partir de 100 mg/dL. En los pacientes con diabetes de más de 10 años de duración, incluso los niveles de LDL-C relativamente bajos (70-99 mg/dL) se asocian con un aumento del 16% en el riesgo de infarto de miocardio.

En conclusión, este estudio destaca que el riesgo cardiovascular en personas con diabetes tipo 2 no debe evaluarse únicamente en función de la presencia o ausencia de la enfermedad, sino que debe tenerse en cuenta la duración de la diabetes. A su vez, las metas de tratamiento para los niveles de colesterol deben ajustarse según la duración de la enfermedad, ya que los pacientes con diabetes prolongada presentan un riesgo cardiovascular significativamente mayor. Esto sugiere la necesidad de intensificar el tratamiento preventivo en aquellos pacientes con mayor duración de la diabetes.

Fuente:

Mee Kyoung Kim, Kyu Na Lee, Kyungdo Han, Seung-Hwan Lee, Diabetes Duration, Cholesterol Levels, and Risk of Cardiovascular Diseases in Individuals With Type 2 Diabetes, The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, Volume 109, Issue 12, December 2024, Pages e2317–e2323.